domingo, 4 de diciembre de 2011

Otra vez Diciembre


Te cambio mis guantes amarillos por tus manos frías, yo calentare tus manos en mis bolsillos mientras tú con mis guantes haces de reír a la niña que te mira.

La madre de la niña reclama su atención con un certero codazo, que hace quejarse a la niña como un bebe hambriento.

Tú, con tus pestañas, la haces cosquillas y vuelve a sonreír, sus coletas se estiran de alegría, pero su madre le pone el gorro que le ahoga.

Toma tus manos y devuélveme mis guantes que tengo fríos los labios, agradécemelo con un beso y no bajes nunca de este tren que compartimos.


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