miércoles, 3 de octubre de 2012

La lucha ha dado sentido a mi vida


Mas veces de las que quisiera suspiro antes de dormir, en un constante duelo por las ilusiones de mi generación.

Es igual que estar muertxs en vida, mantenernos de brazos cruzados, viendo desde nuestras casas, pasar las oportunidades de cambiar nuestros destinos. Somos juguetes rotos en manos de los actuales dirigentes, y a la vez, ellos no son mas que marionetas esclavas de las decisiones de los mercados y los intereses económicos.


Tengo la grandísima suerte de tener todas mis necesidades cubiertas, e incluso, ver ciertos caprichos colmados gracias a la generosidad de mis padres, que de momento siempre están ahí y se lo pueden permitir. Pero se me parte el corazón de pensar en familias desahuciadas, hombres desesperados por no poder alimentar a sus hijos, madres capaces de hacer cualquier cosa por sacar adelante a sus familias, niñxs tristes dentro de un hogar desestructurado, por que la crisis ha traído la apatía y la depresión a sus casas. Ciudadanxs y vecinxs necesitadxs de apoyo, por lxs cuales, yo y muchos que salimos a las calles, estamos dispuestos a sacrificar nuestro sueño, nuestro confort, nuestro tiempo y hasta nuestra libertad, por que consideramos que todxs tenemos derecho a tener una vida digna.

No estamos sólo ante una crisis económica. La falta de solidaridad entre los ciudadanos, es la muestra plausible de que nos encontramos ante una crisis ética y moral. Apenas entiendo de política. Pero percibo la tristeza, la apatía y la desmotivación de los jóvenes, de las madres que sufren por no poder comprar libros de texto a sus hijos, de los padres en paro que cada día van de ETT en ETT y salen a recorrer los polígonos industriales, las obras y los campos, para traer un jornal a casa...

Se me parte el corazón al pensar que no quiero tener hijos, que no deseo traer al mundo mas criaturas que sufran la desigualdad de clases. Una desigualdad que cada día aumenta gracias a las medidas capitalistas que adoptan los poderosos. Ojo, por que sabemos que las decisiones en este país, las toman los empresarios y no los pobres pusilánimes que dicen gobernar.

Lo que me seca las lágrimas cada noche, es pensar en que a mi no me quitan las ganas de seguir, no me quitan las ganas de gritar, ya no por mi, si no por el bien común, por ver cubiertas las necesidades básicas de todos mis vecinxs y companerxs, por un mundo mas justo para todxs que no favorezca únicamente a los intereses económicos.

La lucha ha dado sentido a mi vida y reflexionar sobre ésto una noche cualquiera, ha valido la pena...

Fuerza!!






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