martes, 6 de marzo de 2012

Llorar




Quiero llorar cuando me apetezca, cuando la tortuga esconda la cabeza y cuando los globos estallen. Vida comprometida con promesas incumplidas que pesan y no pueden olvidarse.
Quisiera llorar cuando quisiera, cuando quiera o cuando odie, en la sala de espera del médico y en clase de matemáticas.


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