jueves, 29 de marzo de 2012

Y ahora un renacer...


Por el agujero del bolsillo perdí todo lo que era, entre cita y cita, entre cenas sin postres y conversaciones vacías. En algún momento, en el camino que separa tu insatisfacción y mi alegría, dejé de ser yo. Se había borrado de mi cara la sonrisa de pintar el tiempo, la de correr por las nubes y darle la mano a los circos.



Mas tarde, una noche cualquiera, desvelada como siempre, abrí los ojos. Dejé atrás aquellos maravillosos trastos y te deje a ti. Y ahora un renacer.


Intento respirar profundo, para que desaparezca pronto el vértigo de los principios... 





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