...
- Cuénteme, ¿que recuerda de aquella época?
- Recuerdo que casi siempre estaba rodeada de gente muy alegre, que mi vida era bastante feliz.
- ¿eran felices todos?
- Supongo que no, yo opino que nunca se es plenamente feliz, supongo que todos teníamos nuestros problemas, pero nos teníamos los unos a los otros para ayudarnos. Entonces esos momentos juntos eran muy divertidos y olvidábamos los demás.
- Y tu, ¿cómo eras?
- No se, normal, como cualquiera supongo.
- ¿Apoyabas a tus amigos en los momentos malos? ¿eras capaz de alegrarte de sus alegrías?
- Si claro, ¿es lo normal no?
- No se crea, no todos somos así. ¿Compartías con ellos tus cosas? ¿las buenas y las malas?
- Bueno, yo soy mas reservada para lo mío, le quito importancia y sigo, pero se a lo que se refiere y la respuesta es sí, confiaba en ellos.
- a ver, recapitulando, salíais juntos y os divertíais, pero no se quedaba solo ahí. Os apoyabais en los momentos bajos y llorabais juntos las tristezas. Les animabas el día anterior de un examen o una entrevista. Les apoyaste en los momentos duros, ya fueran rupturas, hospitales o tanatorios. ¿Me quieres decir que confiaste en ellos y les trataste como si fueran tu familia?
- Si así es.
- Deduzco que si estás aquí, es por que eso ya no existe o ha cambiado. ¿me equivoco?.
- No, ha dado en el clavo.
- ¿Te dejaron de llamar y de escribir?
- Si
- ¿dejaron de la noche a la mañana de preocuparse por tus asuntos y de preguntarte que tal estás?
- Si, exacto.
- ¿acaso cambiaste tu carácter para que eso fuera así?
- No lo creo, nunca me dijeron nada.
- ¿Te convertiste en una amiga incómoda? ¿la típica amiga soltera despechada caza hombres? ¿amiga lapa tal vez?
- En absoluto, intenté que nada cambiase, que todo siguiera igual, pero por algún motivo, ya no encajaba allí.
- Y ¿me quiere decir usted que ellos dejaron de escribirla y de interesarse por usted, así de la noche a la mañana? ¿que se olvidaron por completo de usted, de la persona que es y de la persona que había sido anteriormente?
- Si, es exactamente así, y le rogaría que fuésemos al grano, que dejase de hurgar en la herida por que es doloroso pensar en ello.
- Entiendo... lo he anotado todo y creo que no tengo ninguna duda...
- Pues bien doctor, ¿cuál es el diagnostico?
- Así recapitulando, por confiar en exceso en una sociedad egoísta e interesada, mi diagnostico es, que usted es gilipollas. Es una patología rara, muy poco abundante. Sus síntomas son exceso de confianza, ingenuidad, altruismo y empatía.
Para curarse de esto, le receto una dosis de frialdad y escepticismo con cada comida, y paciencia, mucha paciencia, la gilipollez es una enfermedad larga, pero tiene cura.
ERROR. La gente es gilipollas. Nosotros no.
ResponderEliminarSi te sirve de algo, yo aun quiero saber como te va y me preocupan tus asuntos, pues siempre era grato hablar contigo.
ResponderEliminarSabes donde encontrarme si me necesitas.
BESOS!!!